“La revisión de la perspectiva refleja nuestra visión revisada de la posición comercial de Vodafone frente a sus pares y nuestra expectativa de que en los próximos uno o dos años es poco probable que sus indicadores crediticios mejoren lo suficiente como para respaldar una calificación más alta”, han explicado desde la calificadora.
La perspectiva ‘estable’, según ha señalado S&P, es una muestra de su expectativa de que durante los próximos 24 meses Vodafone progresará con el cambio estratégico de su negocio y podría volver a un crecimiento orgánico positivo de los ingresos en los mercados principales en el año fiscal 2025, y que mantendrá una rentabilidad sólida con márgenes EBITDA ajustados de aproximadamente 40% y apalancamiento ajustado alrededor de 3.0x.
La agencia también ha revisado a la baja su pronóstico para el crecimiento de las ganancias, el flujo de efectivo y el apalancamiento de la compañía en el año fiscal que finaliza el 31 de marzo de 2024 (año fiscal 2024)-año fiscal 2026, luego de los recientes resultados operativos más débiles de lo esperado.
La administración está comprometida a revertir el desempeño operativo y mantener el apalancamiento informado en el extremo inferior de la orientación objetivo, como lo demuestran las recientes ventas exitosas de activos.
Sin embargo, “esperamos que la reestructuración y otros costes extraordinarios en el corto plazo asociados con el cambio estratégico pesen en las métricas crediticias de Vodafone, lo que resultará en una probabilidad limitada de una actualización dentro de los próximos 24 meses”, han destacado desde S&P.
Además, han remarcado que podrían bajar la calificación si el apalancamiento ajustado de Vodafone aumenta significativamente por encima de 3,25x durante un período prolongado, por ejemplo, debido a la dura competencia continua y la disminución de los ingresos orgánicos y el EBITDA en sus mercados principales o si las transacciones de fusión y adquisición conducen a un mayor apalancamiento.
“Creemos que una mejora a corto plazo es poco probable. A más largo plazo, podríamos subir la calificación si Vodafone vuelve a un crecimiento orgánico estable de los ingresos y el EBITDA en sus mercados principales y el apalancamiento ajustado se reduce por debajo de 2,75x y el FOCF a la deuda, excluyendo los pagos de espectro, supera el 15%. Cualquier actualización también dependería de la política financiera de la empresa que respalde dichas métricas crediticias de manera sostenible”, concluyen en la agencia.