Este fenómeno puede provocar “inseguridad alimentaria y el aumento de la malnutrición moderada y aguda, especialmente entre los más vulnerables”, y aumentar enfermedades transmisibles por el agua, según las declaraciones la doctora María Neira, directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud en la OMS, recogidas por Efe.
El Niño ocurre típicamente cada dos a siete años y tiende a durar de nueve a doce meses, y provocará además incrementos de temperatura que podrían batir los récords existentes. Su punto máximo se suele alcanzar en diciembre, aunque tardará más tiempo en extender sus efectos a todo el mundo.
Para hacer frente a las consecuencias, la OMS está reforzando sus recursos para ayudar a los países más vulnerables, particularmente ubicados en África, Latinoamérica y en el sudeste de Asia, que se anticipa serán los más afectados.
Según recoge Efe, Neira ha asegurado también que, para hacer frente al probable incremento de enfermedades que se transmiten mediante mosquitos como es el caso del el dengue, la malaria o la fiebre amarilla, se están renovando las reservas de material sanitario.