La Paz (EFE).- El cónsul general de España en La Paz, Guillermo Gil, visitó este jueves en la noche a la activista española Amparo Carvajal, quien hace 50 días mantiene una vigilia por la recuperación de la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), tomada por un grupo afín al oficialismo.
En declaraciones a los medios, entre ellos EFE, Gil indicó que la razón de su presencia fue para “comprobar el estado de Amparo (Carvajal), particularmente su estado de salud”, quien hace más de una semana vive en la terraza de la sede de esa organización privada.
El diplomático aseveró que ese acercamiento con la activista de 84 años “ha tenido el conocimiento de las autoridades bolivianas” con el fin de “ejercer la protección consular” a su favor.
El cónsul general de España en La Paz conversó por alrededor de una hora con Carvajal en la terraza de la sede de la Apdhb, en donde permanece desde hace diez días
La octogenaria activista, que ha dicho que se quedará en la terraza “hasta morir”, radicalizó la semana pasada la vigilia que inició a comienzos de junio y con la ayuda de algunos de sus partidarios trepó por una escalera para instalarse desde entonces en el techo de la sede.
Situación adversa
Carvajal está a la intemperie y utiliza pañales al no poder utilizar el baño de la sede que está tomada por el grupo del dirigente Édgar Salazar, quien asegura tener la representación legal de la entidad privada.
“Su salud está en riesgo, no tiene acceso a servicios higiénicos, (…) cualquier percance que suceda (con su salud) es responsabilidad del Gobierno”, declaró a EFE el presidente de la Apdhb de La Paz, Javier Quisberth.
En esta jornada tres mujeres, presuntamente del grupo de Salazar, instalaron una huelga de hambre al lado de la activista española.
Las mujeres no han explicado su posición y se mantienen en el lugar con sus rostros cubiertos.
Asimismo, el Misterio de Salud dispuso que un equipo de atención médica, a la cabeza de la viceministra Alejandra Hidalgo, realice una valoración médica a Carvajal y a las tres mujeres que iniciaron la huelga de hambre.
La activista española, en un contacto con los medios, relató que se ha negado a recibir la atención médica del Gobierno y que permanecerá sin dormir ni acostarse hasta que los que considera “avasalladores” abandonen la sede de la Apdhb.
Carvajal consideró que es una “vergüenza internacional y nacional” que incluso la viceministra y los médicos hayan utilizado una escalera para intentar hacerle la valoración a raíz de la toma de la institución por el grupo contrario.
A comienzos de junio un grupo de personas ingresó a la Apdhb y desalojó a los activistas que trabajaban ahí para luego tomarse el lugar.
Los dirigentes liderados por Salazar, un activista señalado de tener afinidad con el oficialismo, aseveran que tienen los derechos sobre el inmueble y la representación legal de la institución porque supuestamente fueron elegidos como sus representantes en diciembre de 2021, en una elección desconocida por los sectores que lidera Carvajal.
Por su parte, pese a los señalamientos, el Gobierno ha indicado que el conflicto por la sede de la Apdhb es “privado”.
Carvajal, nacida en Riaño (en León, en el noroeste de España), ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos en Bolivia desde hace más de 50 años.
En julio de 2016, Carvajal fue elegida presidenta de la Apdhb y desde entonces ha mantenido una posición crítica a los Gobiernos del entonces presidente Evo Morales (2006-2019) y del actual mandatario Luis Arce, ambos del Movimiento al Socialismo (MAS).
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