La principal causa del descenso en la inversión doméstica, según la firma, se debe al hecho de que el endeudamiento relacionado con la vivienda está limitado por el nivel de renta actual de los hogares prestatarios, lo que significa que son los tipos de interés nominales los que están influyendo en este tipo de inversión.
Además, el estudio detalla que esta caída de la inversión en vivienda implica “que el número de viviendas construidas esté muy por debajo del nivel que debería alcanzarse, impide que los inquilinos abandonen sus casas y compren otras nuevas y crea una escasez de unidades de alquiler, lo que hace subir los precios”.
Natixis ha detallado que esta reducción de la inversión genera un conjunto de repercusiones en cadena en áreas como la construcción de vivienda nueva, el empleo y el alquiler. A todo esto se suma, según la gestora, la destrucción de muchos puestos de trabajo en el sector de la construcción, lo que tiene un efecto negativo significativo en el crecimiento económico general.
El informe presentado concluye que “si la demanda de vivienda se vinculara a los ingresos futuros previstos de los hogares, en lugar de a los ingresos actuales, la inversión en este tipo de activos dependería de los tipos de interés a largo plazo, que serían mucho más favorables”.