El Newcastle United decidió en octubre de 2021 vender su alma. Un club histórico, anclado durante años en la gestión del ‘rácano’ Mikel Ashley, pasó a estar en manos de Arabia Saudí. Una decisión controvertida, que le puso en el punto de mira de asociaciones a favor de los derechos humanos y que colocó al Newcastle como un intento más de lavado de imagen por parte del régimen saudí. Unas polémicas que rápidamente serían tapadas por la inversión y por los éxitos deportivos de las urracas.