Ahí, en el mismo círculo central de la Bombonera, todo River se abraza y canta por sus colores, pero también le dedica “un minuto silencio para Boca que está muerto”… El Superclásico recién acababa. Y así disfrutaban esos jugadores que necesitaban un alivio. Les costaba más que mucho ganar de visitantes. ¡Qué mejor que esa victoria en ese lugar! Es un respiro para el cuestionado DT Martín Demichelis después de la temprana eliminación en la Libertadores, en la Copa Argentina, y luego de los cortocircuitos por filtraciones internas.