La búsqueda de la identidad es una de las más sugerentes que puede ofrecernos el cine en sus diferentes facetas. Prácticamente todos los países tienen cineastas obsesionados con la búsqueda de uno mismo por parte de uno o varios personajes, empleando para ello géneros de diferentes clases y, sobre todo, herramientas que definen el cine de su propia nacionalidad.
Sucede también que a veces tu identidad está más bifurcada de lo que crees, cuando hay dos partes en ti mismo que no parecen convivir. Explorar los orígenes para encontrar esos puentes que puedan conectar ambas partes puede llevar a la reafirmación, pero más fascinante resulta cuando llega a la reinvención. Es algo que trata de explorar ‘Retorno a Seúl‘.
El eterno retorno
Una de las mejores películas de este año es también una de las más impresionantes, negándose a buscar un camino convencional para estudiar a uno de los personajes más elusivos y fascinantes del cine reciente. Davy Chou consigue una película con identidad a medio camino entre el cine francés y el oriental que se puede ver en streaming a través de Movistar+.
En ella, la joven Freddie regresa a su país de origen, Corea del Sur, después de pasar casi toda su vida siendo criada en Francia, donde fue adoptada. A sus veinticinco años se encuentra en búsqueda de sus orígenes, de la madre que aceptó darla en adopción y de los motivos tras esa decisión. Su camino irá tomando diferentes rumbos, con varios cambios de profesión y hasta de personalidad.
A través de una serie de saltos temporales, que la hacen una compleja e interesante doble sesión con la magnífica ‘Vidas pasadas‘, el viaje del personaje de Ji-min Park (que da una interpretación sideral) es fascinante tanto por lo que Chou decide mostrarnos como por esos huecos enormes de tiempo donde se infiere lo que ha ido sucediendo. El drama elusivo intenta indagar en las complejas emociones de un personaje que quiere aparentar ser indescifrable, pero anda necesitada de conexión.
‘Retorno a Seúl’: bailando mientras se busca
El director, camboyano de origen aunque nacido en Francia, saca un film aún más personal de su segundo largometraje, empleando recursos del lenguaje cinematográfico de dos países para entrar en ese conflicto emocional y de identidad. Las secuencias de conversación son reveladoras por lo que se cuenta y por lo que se omite, y no tiene miedo a intentar explorar a través del movimiento con varias secuencias de baile hipnóticas, donde la cámara observa con detenimiento a alguien que no parece importarle si alguien mira o no.
Es capaz de crear una intimidad especial, y también dejar suficiente espacio de ambigüedad para que sea el espectador el que saque las conclusiones necesarias sobre un personaje perdido y dolido. Sin juzgar en ningún momento, entra de maravilla en una catarsis contenida, dirigida necesariamente a una reinvención personal que va de la mano de lo que busca ‘Retorno a Seúl’ como película. Es uno de los ejercicios más singulares que uno va a poder ver este año.
En Espinof:
- Anime en Netflix: 10 potentes series recomendadas para todos los gustos
- Las 21 mejores películas coreanas de los últimos años
- Las 26 mejores películas de Disney de todos los tiempos
- Cronología Marvel – Orden para ver las películas y series del Universo Marvel
- Todas las películas dirigidas por Guy Ritchie ordenadas de peor a mejor
–
La noticia
Es una de las películas más impresionantes de este año y ya se puede ver en streaming: una odisea de reinvención que traza puentes entre lenguajes cinematográficos
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Pedro Gallego
.