Según The Telegraph, la IFAB (International Football Association Board) tiene entre sus planes proponer la implantación de la tarjeta azul en el fútbol, un hecho que sin duda resultaría revolucionario. Se aplicaría en jugadas en las que se corta un ataque prometedor o por protestas excesivas al árbitro y supondría la llegada de las expulsiones temporales, ya que el castigo sería de 10 minutos sin jugar para todo aquel que la viera.