Ese día el valor se desplomó a cierre un 25,9%, tras la acusación del fondo Gotham City Research de manipular sus cuentas. Poco a poco fue volviendo la tranquilidad. Los días posteriores vimos que rebotaba y paso a paso empezó a recuperar posiciones, lo que le permitió revalorizarse, desde los mínimos anuales, cerca de un 50%. Estas ganancias le llevaron a atacar la media de 200 sesiones, niveles que atacaba este mismo miércoles.
Sin embargo, este pasado jueves sufrió una nueva bofetada. Grifols terminó la penúltima sesión de la semana con unas caídas del 34,93%. La compañía se hundía, de nuevo, tras publicar cuentas sin auditar y reducir un 71% los beneficios. Como no podría ser de otra forma su aspecto técnico es muy complicado. El hueco bajista que se dejara el pasado 9 de enero, y que no ha sido cubierto, es un recordatorio de la fortaleza actual de las ventas. Además, este pasado jueves perforó el soporte clave de los 7,82 euros. Mucho ojo que se mueve en mínimos de los últimos doce años. Esto, en la práctica, es como si fuera caída libre, por lo que no descartamos que pueda continuar con las caídas hasta el nivel de los 6,50 euros. La mejora de su aspecto técnico es complicada. Para ello deberíamos esperar a que logre superar los máximos del jueves que dibujara en los 12,03 euros, precios más de un 35% por encima de los actuales.