Durante este periodo, “los aumentos de precios fueron modestos”, y de cara al futuro, los encuestados por el banco central estadounidense esperan “que la inflación se mantenga estable a un ritmo lento”.
“Al mismo tiempo, los contactos en algunos distritos (en su mayoría fabricantes) percibieron riesgos al alza para la inflación a corto plazo tanto en los precios de los insumos como en los precios de los productos“, destaca el texto.
Además, la publicación señala que se registraron “fuertes aumentos en las tarifas de los seguros, tanto para empresas como para propietarios de viviendas”, mientras que “la inflación también causó tensión en las entidades sin ánimo de lucro, lo que resultó en reducciones de servicios en algunos casos”.
Mientras, “las perturbaciones en el Mar Rojo y el colapso del Key Bridge de Baltimore provocaron algunos retrasos en los envíos, pero hasta ahora no provocaron aumentos generalizados de precios”.
En lo que respecta a la situación de la economía estadounidense, “la actividad económica general se expandió ligeramente, en conjunto, desde finales de febrero“, al tiempo que “el gasto de los consumidores apenas aumentó en general”.
“Varios informes mencionaron debilidad en el gasto discrecional, ya que la sensibilidad de los consumidores a los precios se mantuvo elevada. El gasto en automóviles se vio impulsado notablemente en algunos distritos por la mejora de los inventarios y los incentivos de los concesionarios, pero las ventas se mantuvieron débiles en otros distritos”, señala.
Por último, en el mercado laboral, “el empleo aumentó a un ritmo ligero en general”, con “aumentos en la oferta laboral y en la calidad de los solicitantes de empleo”.
“A pesar de las mejoras en la oferta laboral, muchos distritos describieron una escasez persistente de solicitantes calificados para ciertos puestos, incluidos maquinistas, trabajadores comerciales y trabajadores de la hostelería. Los salarios crecieron a un ritmo moderado en ocho distritos, y los cuatro restantes registraron aumentos salariales de leves a modestos”, añade.
De cara al futuro, los estadounidenses esperan “que la oferta y la demanda de mano de obra se mantengan relativamente estables, con modestos aumentos adicionales del empleo y una moderación continua del crecimiento de los salarios hasta los niveles anteriores a la pandemia“.