De esta manera, Reynés ha propuesto “retornar su esquema de remuneración al modelo inicial previsto en su contrato de febrero 2018” para “poder seguir actuando con absoluta independencia y neutralidad ante cualquier potencial oferta, y así seguir defendiendo el interés de la compañía y de todos los accionistas, evitando cualquier posible conflicto de interés ligado al resultado de cualquier potencial oferta”.
El Consejo de Administración ha aceptado esta petición por unanimidad y, a propuesta de la Comisión de nombramientos y retribuciones, ha acordado la modificación de la política de remuneraciones para su presidente ejecutivo.
“Ello significa que el presidente ejecutivo deja de participar de los beneficios económicos de cualquier posible liquidación del vehículo ILP por causa de cualquier potencial oferta actual o futura o por cualquier otra causa”, detalla la compañía.