La compañía alemana pulverizó el soporte del corto plazo que presentaba en los 77,98 euros. Desde que dibujara los máximos anuales del mes de abril no ha hecho más que perder posiciones. En este periodo de tiempo se ha dejado cerca de un 70% y no tiene pinta de frenar por estos niveles. Veremos cómo se comporta en las inmediaciones del soporte de los 67,60 euros, precios muy cercanos a los actuales. Ojo que, si los abandona, lo más normal es que continúe la sangría hasta el nivel de los 54 euros, y sin descartar un desplome hasta los mínimos de 2020 que presenta en los 36,80 euros.
No veremos una señal de fortaleza en su maltrecho aspecto técnico mientras que se mantenga cotizando por debajo de los 86,06 euros, máximos del último rebote.