De llevarse a cabo, la operación sería la de mayor calado en el sector de las tecnológicas en años, y es que Intel cuenta con una capitalización bursátil que ronda los 96.000 millones.
De esta manera, la compañía finaliza con compras una semana alcista impulsada por varios contratos. En primer lugar, la empresa con sede en Santa Clara se aseguró un contrato por valor de 3.500 millones de dólares con el Ejército de Estados Unidos (EEUU) para la fabricación de chips.
Esta nueve fuente de ingresos para la compañía se suma a los 8.500 millones de dólares que recibió en marzo en subvenciones y otros 11.000 millones en préstamos en virtud de la Ley de Chips y Ciencia, la norma aprobada por el Gobierno de Joe Biden para intentar impulsar la fabricación nacional de semiconductores y reducir la dependencia de Asia.
Días después, la firma informó de un contrato “multianual y multimillonario” para suministrar chips a Amazon Web Services (AWS), una de las principales divisiones del gigante del comercio electrónico.
En concreto, la firma producirá un chip de estructura de IA para AWS en Intel 18A, el nodo de proceso más avanzado de la compañía. Intel también producirá un chip Xeon 6 personalizado en Intel 3, basándose en la asociación existente bajo la cual Intel produce procesadores escalables Xeon para AWS.