No es fácil, por muy talentoso que uno sea, el hecho de jugar en tres ligas diferentes durante los últimos tres años. Es el caso de Artem Dovbyk (27 años) que vive en Roma un nuevo capítulo de su vida futbolística después caer de pie en Girona el curso pasado tras venir del Dnipro ucraniano. Antes, como marca su hoja de ruta, jugó en el Midtjyland danés y en el FC Balti de Moldavia .