La compañía ha registrado ganancias netas en los primeros tres trimestres del año de 1.140 millones de euros , lo que supone un incremento del 18% en comparación con los 963 millones cosechados en el mismo periodo del año pasado. Esto se traduce en un beneficio por acción (BPA) de 6,32 euros, frente a los 5,28 de hace un año.
Por su parte, los ingresos han mejorado hasta los 4.941 millones, frente a los 4.447 millones registrados a septiembre de 2023, mientras que el EBITDA se ha ubicado en 1.912 millones, de los que 638 se han generado en el tercer trimestre del año, lo que ha permitido a la compañía mejorar las previsiones de consenso para esta partida, que anticipaban 635 millones.
Sin embargo, los inversores han descontado negativamente que los envíos se hayan mantenido prácticamente estables en los tres primeros trimestres del año en 10.427, con una caída del 22% para China. En el tercer trimestre, las salidas hacia el gigante asiático se han desplomado un 29%.
En lo que respecta a los modelos, el Ferrari Purosangue, el Roma Spider y el 296 GTS “impulsaron las entregas en el trimestre”, en el que además se realizaron los primeros envíos del SF90 XX Spider.
Benedetto Vigna, CEO de la compañía, asegura que “el tercer trimestre muestra una vez más resultados crecientes para Ferrari, impulsados por una sólida combinación de productos y mayores personalizaciones“.
“Confirma nuestro compromiso de cumplir las promesas que hicimos en nuestro ‘Capital Markets Day’ en 2022, junto con una excepcional visibilidad del libro hasta 2026, innovación continua de productos, como lo demuestra el superdeportivo F80 recién presentado, e innovación de procesos, con el fortalecimiento de nuestra experiencia interna en electrificación. El cierre de la planta de trigeneración alimentada por gas de Maranello, antes de lo previsto, también supone un paso más hacia nuestro objetivo de neutralidad de carbono para 2030″, añade.