El notable acierto del marfileño Karim Konaté, que llevó a la red dos de las escasas ocasiones de gol, llevó al Salzburgo a su primera victoria en la Champions y echó por tierra las expectativas del Feyenoord, frenado en seco en el evento continental y que jugó el último cuarto de hora con diez por la expulsión de Chris Nadje.