Así lo apunta Markus Thielen, CEO de la firma de inversión en activos digitales 10x Research, quien en un reciente informe destaca que el mercado podría estar subestimando una serie de “catalizadores clave” que están empujando al bitcoin hasta los 100.000 dólares. Thielen fue uno de los analistas que pronosticó con éxito la espectacular subida del bitcoin en el primer trimestre del año tras la aprobación de los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de BTC al contado.
Según este estratega, estos factores podrían favorecer la adopción de los criptoactivos “más allá del umbral crítico” del 8% de la población mundial, un “punto de inflexión” que “llevaría a la adopción generalizada” en sectores como la informática, los teléfonos inteligentes, las redes sociales, los viajes compartidos, el ‘streaming’, los pagos móviles y los vehículos eléctricos. “Se prevé que las criptomonedas superen este umbral en 2025, lo que supondrá un cambio transformador para el sector y sentará las bases para una aceptación generalizada“, agrega Thielen.
LA FED Y EL GOBIERNO
Según 10x Research, estos objetivos están al alcance del mercado, especialmente dados los últimos acontecimientos. Por un lado, los recortes de los tipos de interés llevados a cabo por la Reserva Federal (Fed), así como la previsión de nuevas bajadas en los próximos doce meses son alcistas para los activos de riesgo como las criptomonedas. Por otro, todo apunta a que la Administración Trump promulgará numerosas leyes favorables para los criptoactivos y para las empresas del sector.
En cuanto al banco central estadounidense, la previsión es que recorte en 25 puntos básicos (pb) las tasas oficiales en diciembre después de hacerlo en el cónclave de noviembre celebrado esta última semana. De cara a 2025, el consenso espera, al menos, tres bajadas de 25 pb más para un total de 75 pb, una cifra menor a los 100 pb esperados antes de las elecciones y a los 175 pb esperados a comienzos de octubre. Sin embargo, este escenario no está exento de riesgos.
Y es que, si bien Jerome Powell, presidente del organismo –cuyo cargo podría estar en peligro–, ha subrayado que la victoria republicana no tendrá efectos en sus decisiones a corto plazo, los expertos creen que al banco central no le queda otra que reconocer los riesgos al alza que presenta el Gobierno de Trump para la inflación y el déficit. Ello se ha traducido en un aumento de las rentabilidades en los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, pero también en los rendimientos a más corto plazo ante una perspectiva de menos bajadas de los tipos de interés por parte de la Fed, que podría ver descarrilar su plan.
“La Fed no tiene otra opción que bailar al son de Trump, le guste o no. Esa realidad conlleva el riesgo de una inflación más alta de lo normal y merece una atención cuidadosa”, valora Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. “Es probable que los tipos finales toquen fondo a un nivel más alto de lo previsto, dado el margen para una política fiscal reflacionista el año que viene. De hecho, si vuelve el impulso de la reflación y la inflación impulsada por la política arancelaria, es posible que haya que plantear subidas“, añade Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity.
Por otro lado, están por ver cuáles serán las medidas legislativas de la Administración Trump en materia de criptoactivos tras sus múltiples promesas. El presidente electo se ha rodeado de figuras abiertamente procripto, como el magnate Elon Musk o la senadora Cynthia Lummis, ideóloga de la Ley Bitcoin. Esta legislación presentada en julio de 2024, señala Thielen, pretende establecer una reserva estratégica de BTC para EEUU, ya que Lummis considera que añadir el criptoactivo rey a las reservas nacionales “podría reforzar la posición del dólar como divisa de reserva mundial y posicionar a Estados Unidos como líder en innovación tecnológica”.
“Además, el Programa de Compra de bitcoin pretende que el gobierno de EEUU adquiera hasta un millón (alrededor del 5% del suministro total) de BTC en cinco años, con un objetivo de 200.000 BTC anuales. Estas tenencias estarían sujetas a un periodo mínimo de retención de 20 años, permitiéndose una venta limitada para ayudar a gestionar la deuda nacional”, añade Thielen.
En la actualidad, el Gobierno de EEUU posee alrededor de 213.000 tokens de bitcoin, valorados en aproximadamente 16.000 millones de dólares, una parte de los cuales se adquirió mediante incautaciones, incluidas las del caso del mercado de la ‘darknet’ Silk Road de 2021. En comparación, el Gobierno chino posee aproximadamente 190.000 BTC (valorados en 14.300 millones de dólares), y el Reino Unido, 61.000 BTC (valorados en 4.600 millones de dólares).
“En conjunto, los gobiernos de todo el mundo controlan alrededor del 2,2% de la oferta total de BTC, mientras que los ETF poseen colectivamente un millón de BTC, valorados en aproximadamente 75.000 millones de dólares. MicroStrategy posee actualmente 252.000 bitcoins, y si la Ley Bitcoin de 2024 se aplica plenamente, el Gobierno de EEUU añadiría el equivalente a una de las tenencias de MicroStrategy cada año durante los próximos cinco años”, sentencia.
TRES FACTORES A SEGUIR
De igual modo, Thielen señala que el ya mencionado objetivo de los 100.000 dólares no está tan lejos para el bitcoin. A lo ya mencionado, hay que sumar tres “acontecimientos significativos” vinculados a “posibles cambios regulatorios” para los criptoactivos en Estados Unidos.
El primero tiene que ver con MicroStrategy, el mayor tenedor institucional de bitcoins del planeta. Y es que esta compañía, que ha brillado en bolsa en 2024 y que ofrece un interesante potencial de revalorización según distintas firmas de análisis, podría entrar a formar parte del más importante selectivo bursátil del mundo: el S&P 500. El próximo 6 de diciembre, Standard & Poor’s anunciará sus cambios trimestrales de rebalanceo del índice, que podrían incluir a esta empresa ampliamente considerada una especie de sustituta de bitcoin. De ser incluida, muchos fondos de seguimiento de índices tendrán que comprar este valor y, en consecuencia, el bitcoin podría revalorizarse.
En segundo lugar, Thielen llama la atención sobre la votación que Microsoft llevará a cabo el próximo 10 de diciembre para invertir en bitcoin, a pesar de la oposición frontal de la junta directiva. Esta propuesta, presentada por el conservador National Center for Public Policy Research y vinculada al Proyecto 2025, pide que la ‘big tech’ considere BTC como inversión.
“Por último, a partir de los ejercicios fiscales posteriores al 15 de diciembre de 2024, el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB, por sus siglas en inglés) introducirá nuevas normas que permitirán a las empresas informar sobre los criptoactivos a su valor justo de mercado, lo que permitirá a las empresas reflejar con precisión las tenencias de BTC. Este cambio contable podría animar a las tesorerías de las empresas a añadir bitcoin a sus balances“, apunta Thielen. Pero eso no es todo.
¿NUEVO PRESIDENTE DE LA SEC?
Este experto recuerda que el “controvertido” proyecto SAB 121, presentado por la SEC en marzo de 2022, fue objeto de un intento de derogación por parte del Congreso que posteriormente fue vetado por parte del presidente Joe Biden. En una votación anterior, la Cámara de Representantes no alcanzó la supermayoría de dos tercios requerida para anular el veto presidencial, con solo 207 republicanos y 21 demócratas votando a favor de la propuesta, muy por debajo de los 290 representantes requeridos. Pero una mayoría republicana en la Cámara de Representantes, como la que está cerca de conseguir la formación de Trump, podría cambiar las tornas.
SAB 121 es una guía contable emitida por la SEC que exige a las instituciones financieras que custodian criptoactivos para clientes reflejar dichos activos en sus propios balances tanto como activos como pasivos. Esto contrasta con el tratamiento convencional de los activos bajo custodia, los cuales normalmente no se incluyen en el balance de la institución custodia, ya que pertenecen al cliente. Los críticos de esta guía argumentan que la normativa dificulta que las instituciones financieras trabajen con empresas de criptomonedas, ya que aumenta los costos y riesgos regulatorios asociados.
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En relación con esto, todo apunta a que habrá nuevo presidente de la SEC más pronto que tarde. Cabe recordar que Trump ha prometido que destituirá a Gary Gensler, actual líder del regulador de valores, por, entre otras cosas, su postura contraria a los criptoactivos. Durante su mandato, Gensler ha demandado a numerosas compañías de criptomonedas, acusándolas de negociar valores no registrados. Una destitución no debería coger a nadie por sorpresa, ya que es bastante habitual que el presidente de la SEC dimita cuando un nuevo presidente asume el cargo, lo que permite a la Administración entrante nombrar a un presidente alineado con sus objetivos políticos.
“Por ejemplo, Jay Clayton, nombrado por el presidente Trump, concluyó su mandato el 23 de diciembre de 2020, justo antes de la toma de posesión del presidente Biden. Del mismo modo, Mary Jo White, nombrada por el presidente Obama, dimitió el 20 de enero de 2017, el día de la toma de posesión del presidente Trump. Clayton dimitió más tarde, en diciembre de 2020, tras la elección de Biden, y Gary Gensler fue confirmado el 19 de abril de 2021. Si este precedente se mantiene, Gary Gensler podría dimitir en diciembre de 2024 o enero de 2025, y el nuevo presidente de la SEC podría ser confirmado en abril o mayo”, apunta Thielen.
El principal nombre que suena para reemplazar a Gensler es el del comisionado Mark Uyeda, muy crítico con la aproximación de la SEC de Gensler a los criptoactivos, especialmente al bitcoin. Por ejemplo, Uyeda y la comisaria Hester Peirce disintieron sobre la desaprobación por parte de la SEC del VanEck Bitcoin Trust, señalando que se estaba dando un tratamiento incoherente en comparación con otros productos cotizados basados en materias primas. También ha pedido regulaciones “claras y justas” para apoyar la innovación y la protección de los inversores.
Según Thielen, el nombramiento de un nuevo un nuevo presidente de la SEC podría coincidir con la distribución de 16.500 millones de dólares a los acreedores del FTX, un 118% de lo que se les adeudaba.
“Una parte sustancial de estos reembolsos puede fluir de nuevo a los mercados, creando potencialmente un impulso positivo a medida que estos fondos vuelven a entrar en el ecosistema. Estos desarrollos están preparados para impactar en los mercados de criptomonedas durante los próximos 1-2 trimestres, con Wall Street totalmente preparado para capitalizar el interés de los inversores “, sentencia Thielen.