“Con el tiempo, estamos trasladando la política a un entorno más neutral. Pero el camino para llegar allí no está preestablecido. Al considerar ajustes adicionales al rango objetivo de la tasa de fondos federales, evaluaremos cuidadosamente los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos. La economía no está enviando ninguna señal de que debamos tener prisa por bajar las tasas“, ha destacado durante un evento celebrado en Texas.
Cabe recordar que el banco central estadounidense inició en septiembre su ciclo de flexibilización con un recorte de 50 puntos básicos (pb) que tuvo continuidad este mes con una nueva bajada de 25 pb. Antes de que termine el año, el organismo protagonizará una última reunión en diciembre, para la que el mercado espera otro recorte de 25 pb con una probabilidad del 62%, según la herramienta FedWatch de CME.
Así, Powell ha subrayado que “la trayectoria de la tasa de política dependerá de cómo evolucionen los datos entrantes y las perspectivas económicas“, gracias a que la “fortaleza” de la economía permite a la Fed abordar sus decisiones “con cuidado”.
“Confiamos en que con una recalibración adecuada de nuestra postura política, se podrá mantener la fortaleza de la economía y el mercado laboral, y la inflación descenderá de manera sostenible al 2%. Consideramos que los riesgos para lograr nuestros objetivos de empleo e inflación están más o menos equilibrados y estamos atentos a los riesgos para ambas partes”, ha añadido.
El presidente de la Fed ha alertado sobre los riesgos de “reducir demasiado rápido la moderación de las políticas“, ya que esto “podría obstaculizar el progreso en materia de inflación”.
“Al mismo tiempo, reducir demasiado lentamente la moderación de las políticas podría debilitar indebidamente la actividad económica y el empleo“, ha concluido.