Se trata de una de las tradiciones más emblemáticas del fútbol inglés, y aunque año tras año regala varios días de partidos que hacen las delicias de los aficionados no se ha vuelto a ver nada igual como lo que sucedió en el ‘Boxing Day’ de 1963. Hace más de medio siglo se vivió el más especial de entre todos los acontecidos hasta la fecha y se antoja realmente complicado que vuelva a suceder algo como lo que sucedió entonces.