En el mundo existen multitud de estatuas que nadie tiene muy claro qué hacen ahí. Entre ellas hay una especialmente llamativa para los amantes de la series de televisión, ya que Colombo, el mítico detective interpretado por Peter Falk, tiene una en la ciudad de Budapest desde el año 2014. ¿El motivo? Una leyenda urbana.
El propio Falk comentó en su momento que tenía raíces húngaras a través de sus abuelos, lo cual llevó a que muchos pensasen que podía tener algún tipo de parentesco con Miksa Falk, un importante político y periodista de ese país que vivió entre 1828 y 1908.
Una teoría fácil de desmontar
El gran problema es que eso es algo que nunca se ha podido verificar, y no ha sido por falta de empeño. Por ejemplo, Gabriella Csiffáry, la jefa del Archivo de la Capital de Budapest, indagó mucho al respecto pero no encontró nada que relacionase al actor con Miksa Falk:
Llevo un año investigando la ascendencia húngara de Peter Falk, pero sólo he encontrado pistas sobre su lado materno. No tengo ni idea de dónde procede la teoría de una conexión con Miksa Falk. He comprobado todos y cada uno de los certificados de nacimiento de los descendientes de Miksa Falk y ninguno sugiere ningún tipo de conexión.
Para complicarlo todo más, sí que uno de los abuelos de Falk nació en Hungría, pero su apellido real era Hochhauser, por lo que cualquier conexión con Miksa Falk se venía abajo de inmediato. Sin embargo, es evidente que al menos esa era la intención con la que se vendió en su momento, pues además el actor había fallecido hacía ya tres años y esa explicación ya no servía.
De hecho, la estatua de Colombo se encuentra en la calle Falk Miksa, nombrada así por ese supuesto ancestro del actor. Cómo surgió todo es algo que tampoco se ha podido comprobar, pero un detalle importante es que se inauguró poco antes de unas elecciones locales, por lo que no conviene descartar la posibilidad de que ese supuesto vínculo entre ambos no fuese más que una mera invención para intentar sacar una ventaja política.
La realidad es que Anal Rogán perdió las elecciones apenas unos meses después, aunque tampoco afectó demasiado a su carrera política, pues poco después se unió a la Oficina del Gabinete del Primer Ministro.
Y una cosa más (bueno, dos)
Lo que todavía perdura es la estatua de Colombo, ya que no existe ningún tipo de duda que está dedicada al personaje creado por Richard Levinson y William Link que Falk interpretó durante más de 30 años. Además, la efigie está acompañada de otra estatua de un perro inspirado en un can local pero que representa a la mascota del personaje en la serie de televisión.
Y por si no era todo suficientemente raro, también detrás de la efigie encontramos otra pequeña estatua de una ardilla muerta con una pistola. Si para el resto al menos se puede especular con su origen, el motivo de esta otra estatua es el mayor misterio de todos. Y es que además no apareció hasta 2017, por lo que no formaba parte de la otra original y es conocida por el nombre de ‘Ars longa, vita brevis’, en aparente alusión a una obra de 1996 de Maurizio Cattelan que consistía en una ardilla taxidermizada con una pistola a sus pies.
Lo más probable es que jamás sepamos la motivación real de la estatua de Colombo -¿quizá alguien del equipo de Rogán o él mismo era tan fan del personaje que se buscó cualquier excusa para hacerle un monumento?-, pero lo realmente importante es que allí sigue para cualquiera que quiera visitarla.
Imágenes de la estatuas | Wikipedia
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La noticia
El detective Colombo tiene una estatua en Budapest por una leyenda urbana, pero el mayor misterio está detrás suyo. Un caso que ni siquiera el mítico personaje de Peter Falk sería capaz de resolver
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Mikel Zorrilla
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