El Benfica fue recibido en un ambiente de gran euforia en su llegada al Estádio da Luz tras la victoria por 1-4 sobre el FC Porto en el Clásico jugado en el Estádio do Dragão. A pesar de ser ya de madrugada, cientos de aficionados esperaron al autobús del equipo en la Rotunda Cosme Damião, donde celebraron la goleada con cánticos, pitidos y fuegos artificiales.