Juliá Márquez, el padre de Marc, reaccionando absolutamente enloquecido. Son las imágenes inéditas que ha desvelado MotoGP sobre la patada de Valentino Rossi a su hijo en el Gran Premio de Malasia. Ahora se cumplen diez años. Y hay más imágenes inéditas. También en el box del italiano.
En el box de Valentino hubo hasta aplausos. Allí estaba un jovencísimo Pecco Bagnaia, ahora compañero de Marc.
Rossi, en una conversación con su gente, al finalizar, reconoció que había perdido la concentración después de esa acción: “Después de lo que pasó, perdí la concentración. No podía pilotar, sólo quería matarlo”.
