Un derechazo cruzado y afortunado de Pedro Neto, que entró 16 minutos antes al terreno de juego, salió al rescate del Chelsea en el 83 en los cuartos de final de la Copa de la Liga contra el Cardiff, cuando los penaltis parecían ya el destino de un duelo intenso, en el que Alejandro Garnacho marcó los otros dos goles del equipo londinense.
