A veces hay personajes que no te caen bien y justo por eso funcionan tan bien sus historias. Y eso mismo es lo que le ocurre al protagonista de ‘Red Rocket‘. Sean Baker vuelve a poner la cámara donde a otros directores les incomoda mirar, construyendo un retrato incómodo, vibrante y a ratos casi obsceno de un tipo que encarna todo lo que no deberíamos admirar, pero que resulta imposible ignorar.
Ambientada en un Estados Unidos caluroso, decadente y profundamente desencantado, la película se mueve entre la comedia negra, el drama social y el estudio de personaje con una energía muy cruda. Baker no juzga, ni da discursos morales ni suaviza nada, simplemente observa, dejando que el espectador decida si lo que ve le provoca risa, rechazo o una mezcla de ambas cosas.
No sabes qué tiene pero es magnético
El corazón de ‘Red Rocket’ es Mikey Saber, un exactor porno que regresa a su ciudad natal. Interpretado por un Simon Rex absolutamente desatado, el personaje es carisma, egoísmo y patetismo a partes iguales. Y Baker convierte a Mikey en un imán, en alguien profundamente desagradable que, aun así, consigue arrastrarnos a su mundo gracias a su verborrea, su descaro y su capacidad infinita para sobrevivir a base de aprovecharse de los demás.
Como en otras películas del director, el contexto social es esencial. ‘Red Rocket’ retrata un Estados Unidos periférico, empobrecido y olvidado, donde las oportunidades son mínimas y la ética se diluye con facilidad. Baker filma ese entorno con una mezcla de realismo casi documental y una puesta en escena vibrante, apoyada en el uso del 16 mm, que refuerza la sensación de calor, suciedad y precariedad constante.
Por otro lado, uno de los grandes aciertos de la película es su tono ambiguo. ‘Red Rocket’ puede parecer una comedia casi gamberra durante buena parte de su metraje, pero poco a poco va revelando una capa mucho más amarga y perturbadora. Baker juega con la complicidad del espectador para luego cuestionarla, obligándonos a replantearnos por qué nos reímos y qué estamos dispuestos a tolerar del protagonista.
Al final, ‘Red Rocket’ es una película incómoda, provocadora y profundamente honesta sobre el sueño americano visto desde sus márgenes. No es una historia de redención ni pretende serlo, sino el retrato de un personaje atrapado en un bucle del que no quiere -o no sabe- salir. La tenéis en Netflix.
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La noticia
Hoy en Netflix una comedia incómoda sobre el lado más tóxico del sueño americano. Su protagonista es lo peor, pero también tan magnético que es difícil dejar de mirar
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Espinof
por
Belén Prieto
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