Cuentan en Manchester que, en los días malos del United, Alex Ferguson siempre renegaba con alguna blasfemia: ‘Fútbol, maldito infierno’, se le oía repetir. Eso mismo debió mascullar el domingo el que hoy es su sustituto en el banquillo de Old Trafford, el holandés Erik ten Hag, después de una tarde muy desafortunada, en la que su equipo fue insultantemente apabullado en el siempre caliente ‘derby’ de la ciudad. El City dejó al aire todas sus carencias actuales, en un momento en que Ten Hag sigue apagando incendios en su club como y donde puede.