El mundo del deporte sueco homenajeó anoche en su gala anual al entrenador Sven-Göran Eriksson, que hace dos semanas reveló que está muy enfermo de cáncer y que le queda un año de vida “en el mejor de los casos”. “Mil gracias a todos. Creo que no merezco todo este reconocimiento, pero gracias. Es demasiado. Gracias por todo. No tengo más que decir”, afirmó en un brevísimo discurso el veterano técnico, de 75 años, al subir al escenario para entregar uno de los premios.