Vistiendo una sudadera de los Boston Celtics y con una gorra para atrás para añadirle un toque más informal de lo habitual en él, más alineado con el swag de la NBA, Pep Guardiola estuvo anoche en el bando atinado más allá del resultado favorable al equipo de su amigo Joe Mazzulla en el Game 1 de las Finales (107-89). De haber apoyado a los Dallas Mavericks, el entrenador del Manchester City se habría llevado las manos a la cabeza ante la patada a sus tratados de filosofía de juego de pase por parte de los Luka Doncic y compañía: el conjunto de Texas sólo repartió 9 asistencias con sólo 1 del base pese a sus 30 puntos.