Hay que mirar al Gobierno de Estados Unidos para encontrar parte importante de los motivos detrás de estos últimos recortes en el BTC. Según datos de Arkham Intelligence, un monedero digital del Gobierno federal transfirió 240 millones de dólares en bitcoins a una dirección de Coinbase Prime. Estos aproximadamente 3.940 tokens de BTC fueron confiscados a un traficante del mercado negro de la ‘darknet’ Silk Road. Cabe recordar que, a finales de 2022, el Departamento de Justicia de EEUU se incautó más de 50.600 bitcoins obtenidos de forma ilegal en Silk Road.
Este último movimiento del Gobierno estadounidense ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas en el mercado, ya que se teme que siga deshaciéndose de sus tenencias y, en consecuencia, provoque un exceso de oferta que aumente las caídas de la criptomoneda reina. Este movimiento no ha sido la primera venta de este tamaño que ha hecho EEUU, pues en abril vendió bitcoins por valor de 2.000 millones de dólares, lo que también empujó a la baja las cotizaciones.
De igual modo, estas operaciones se han acentuado en los últimos días. Y es que otro de los motivos que está provocando estas caídas en el precio de la criptomoneda reina está siendo la venta masiva que está realizando el Gobierno de Alemania. Arkham Intelligence estima que Alemania tiene alrededor de 45.000 BTC en su haber, que estarían valorados en unos 2.800 millones de dólares. De continuar desprendiéndose de su bitcoin, es probable que los precios sigan bajando.
Por otro lado, el programa de reembolsos de la extinta criptobolsa Mt. Gox también está presionando al mercado. Los responsables del proceso de liquidación de la compañía anunciaron a comienzos de semana que en julio empezarían a devolver los 140.000 BTC sustraídos en un ciberataque en 2014 a los usuarios afectados. Algunos analistas esperan que no haya una venta tan masiva como teme el mercado, pero lo cierto es que muchos usuarios obtendrán unos tokens que se han revalorizado significativamente en los últimos años. Sin ir más lejos, el bitcoin valía algo más de 320 dólares a cierre de 2014.
Pese a esta presión claramente bajista, Simon Peters, analista experto en criptoactivos de eToro, cree que el rango en el que está atrapado el bitcoin (60.000-72.000 dólares) no es preocupante. “La volatilidad o el movimiento lateral en los precios es un comportamiento típico después de un evento de ‘halving’ (reducción a la mitad de la recompensa por bloque minado), ya que el mercado y los mineros se ajustan a la menor recompensa por bloque. Sin embargo, hay cierto optimismo de cara a los próximos meses. Después de años de tasas de interés elevadas, los bancos centrales a nivel mundial están comenzando a reducirlas y aflojar las condiciones financieras, lo que generalmente ha sido favorable para los precios de las criptomonedas”, apunta este experto.
Por ello, habrá que estar atentos a la lectura que arroje mañana el dato clave de la semana: el índice de precios de los gastos de consumo personal, también conocido como deflactor de consumo privado o índice PCE. Este indicador es uno de los favoritos de la Fed para orientar su política monetaria, por lo que un informe del PCE también por debajo de las previsiones podría aumentar las probabilidades de que el primer recorte de tasas de la Fed se produzca antes de lo previsto este año.
En el resto del mercado, el ethereum (ETH) se tiñe de rojo y cotiza por debajo de los 3.400 dólares. El signo es negativo en la mayoría de grandes ‘altcoins’ del mercado, entre los que destacan los descensos notables de dogecoin (DOGE) o cardano (ADA), mientras que toncoin (TON) se distancia del resto y consigue subir un 1%.