El Fulham dominó de principio a fin la pelota ante el Brentford, pero el fútbol no va de dominar, ni tampoco de generar, sino de goles. Y ahí el equipo de Thomas Frank resistió hasta el descuento. Para desesperación de los locales cuando parecía que sus mil intentos no iban a servir de nada, emergió y se hizo gigante la figura de Wilson, autor de un doblete mágico en el descuento (2-1).