Bogotá (EFE).- La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ordenó a todas sus estructuras el cese al fuego contra las fuerzas militares desde este jueves y hasta el 3 de agosto, cuando comienza oficialmente el cese al fuego bilateral nacional por 180 días pactado con el Gobierno colombiano.
“A partir de las 00 horas del 6 de julio hasta las 00 horas del 3 de agosto de 2023, las estructuras del Ejército de Liberación Nacional deben cesar todas las acciones militares ofensivas contra las Fuerzas Militares y de Policía en todo el territorio nacional”, dice el Comando Central de la guerrilla en un comunicado.
El cese como compromiso de los diálogos
Se trata de una forma de cumplir el periodo de “alistamiento” que guerrilla y Gobierno pactaron en La Habana en la tercera ronda de negociaciones y que conlleva un cese al fuego bilateral nacional desde el 3 de agosto, con un periodo desde el 6 de julio de preparación entre las dos partes.
Las estructuras del ELN deberán cesar también desde este jueves acciones de Inteligencia, pero mantendrán activadas dispositivos de defensa y seguridad “para responder a amenazas o ataques de cualquier estamento o grupo armado contra nuestras unidades o contra la población civil”.
Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, aún no ha firmado el decreto de cese al fuego, un paso necesario, según ha subrayado el ministro de Defensa, Iván Velásquez, en varias ocasiones para que el Ejército y la Policía cesen sus acciones ofensivas contra la guerrilla.
“Mientras no haya un cese al fuego en vigor -y esto se produce en el momento que el presidente expide un decreto que señala el día y la hora precisas- las operaciones ofensivas, toda la actividad de la fuerza pública con todas sus capacidades, continúa desplegándose”, ha incidido Velásquez.
Paro armado del ELN en Chocó
Esto se produce un día después de que se conociera que el Frente de Guerra Occidental del ELN, que opera en el selvático departamento del Chocó (oeste), anunciara un “paro armado” desde este martes y de forma indefinida en toda la región de San Juan, Sipí, Cajón y sus afluentes, en este departamento.
“Llamamos a todos los habitantes y transportadores para que se abstengan de circular en el territorio mientras esté vigente dicha orden”, anunció el comandante de ese frente, “Gerson”, en un audio.
Esta región lleva varios paros armados de la guerrilla, que está en combates abiertos con las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y que desde finales del año pasado ha expuesto a cientos de personas de esta zona, que viven conectadas a los centros urbanos por ríos, confinadas o obligadas a tener que dejar sus hogares.
Precisamente la semana pasada la Oficina del Alto Comisionado de Paz (AOCP) informó que más de un centenar de familias se encuentran desplazadas y unas 800 confinadas en el río San Juan y el Sipí, tras una evaluación hecha con las comunidades en una Misión Paz, que volverá esta semana a la zona a pesar de los choques.
La crisis, según los habitantes de la zona, se asemeja a la sufrida entre 2000 y 2004 cuando se recrudeció la guerra entre las extintas FARC y las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y tiene lugar precisamente en un momento en que el ELN está sentado en una mesa de negociación donde se acordaron “alivios humanitarios” para esta zona del Bajo San Juan.
Confluencia de distintos grupos armados
En esta zona el ELN mantiene fuertes choques contra las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo, quienes han ido empujando a la guerrilla hacia el sur del Pacífico en una lucha por el control territorial que ha expuesto a las comunidades a un número de confinamientos sin precedentes que los aboga a un aumento de la malnutrición y de no poder acceder a servicios básicos.
A principios de junio, la Defensoría del Pueblo alertó de que más de 5.000 personas estaban confinadas en el municipio de Nóvita, también en el Chocó, al norte de Sipí, por los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo.
El ELN mata a tres policías en el noreste de Colombia
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) mató este martes a tres policías en el Catatumbo, en el noreste de Colombia, el mismo día que el Comando Central de la guerrilla ordenó a todas sus filas un cese al fuego desde el jueves.
Uno de los uniformados, Samir José Vega, falleció en el municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander (fronterizo con Venezuela), tras recibir un disparo de un francotirador mientras hacía guardia en el sector La Petrolea.
El director de la Policía Nacional, el general William Salamanca, aseguró en su cuenta de Twitter: “Hoy me embarga un profundo dolor ante la pérdida de nuestro patrullero Samir Vega, quien ofrendó su vida protegiendo la comunidad de Tibú. Toda nuestra solidaridad con su respetada familia. Daremos con los responsables de su asesinato. Paz en su tumba”.
Además este martes otros dos policías perdieron la vida en el municipio de El Zulia, que limita con Cúcuta, región fronteriza con Venezuela.
Los uniformados Jerson David Cuevas Pineda y Renson García Castro fueron disparados por supuestos miembros del ELN, que les hurtaron las armas reglamentarias y se dieron a la fuga, mientras estaban desayunando en un local ubicado en el sector de La Alejandra.
La muerte de los tres policías se suma a las acciones delictivas que se vienen presentando en Cúcuta y zonas del departamento desde la madrugada de hoy, cuando la guerrilla celebra los 59 años de su creación y ha dejado cilindros explosivos en vías, banderas, grafitis y pancartas.
La entrada El ELN ordena a todas sus estructuras un cese al fuego desde este jueves se publicó primero en EFE Noticias.