El duelo de octavos de final entre el Manchester United y la Real Sociedad en Old Trafford estuvo marcado por la polémica arbitral. Benoît Bastien, colegiado francés del encuentro, señaló tres penaltis en total, dos a favor del United y uno para la Real. Sin embargo, lo más llamativo del partido fue la anulación de un cuarto penalti en el minuto 84, cuando el árbitro revirtió su decisión tras la sorprendente confesión de Patrick Dorgu. El jugador del conjunto inglés reconoció que no había sido derribado por Hamari Traoré dentro del área y, en un gesto de fair play, Bastien decidió anular la pena máxima. En el instante, el colegiado llamó a los capitanes de ambos equipos para explicarles la situación.