Las escenas de júbilo en el vestuario rossoneri dejaron huella: puro en mano, Sergio Conceição, todo sonrisas tras dar al Milan su primer trofeo desde 2022 al derrotar al Inter (3-2), incluso se puso a bailar. El técnico portugués, designado para sustituir a su compatriota Paulo Fonseca, se desilusionó rápidamente y, tras un decepcionante octavo puesto en la liga y una derrota en la final de la Coppa Italia, fue despedido.
