Uno de los lujos que ofrece este partido homenaje a Joaquín es la posibilidad de que el Benito Villamarín vuelva a disfrutar de los detalles de calidad de algunos de sus jugadores más queridos. Es el caso de Denilson, que cuando aterrizó en el Betis en 1997 se convirtió en el fichaje más caro del mundo y que deleitó a la banda izquierda verdiblanca con sus míticas ‘bicicletas’.
Corría el minuto 5 de partido cuando un robo en la defensa verdiblanca tras pase de Guti se convertía en un contragolpe por banda derecha liderado por un sonriente Joaquín, que daba un pase en profundidad para el propio Denilson, que se las veía en el uno contra uno con Angulo.
Ocasión pintiparada para el brasileño, que levantó al estadio con la primera de sus ‘bicicletas’ de la noche. El defensa consiguió rehacerse y enviar el balón a córner, pero el Villamarín ya gritaba el ‘olé’ y el banquillo verdiblanco se partía de risa. “La calidad no se pierde nunca”, comenta Josep Pedrerol.
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