Aunque parecía imposible, Zlatan Ibrahimovic (41) colgó las botas hace tres semanas. Por mucho que las ganas de seguir apretaran y la ambición no menguara, las lesiones al lastrado la carrera del ariete sueco en los últimos años. Tampoco sabía (ni él ni nadie) cómo le iba a sentar el cambio de vida al futbolista, pero parece que está mejor que nunca. Incluso se permitió bromear al respecto en una entrevista en la ‘Gazzetta dello Sport’.