Es fácil sentir fatiga cuando sientes que un director no está intentando moverse de una zona de confort, que en su lugar te está entregando la misma película una y otra vez. Alguno se intenta librar hablando de continuaciones o sagas “espirituales” para intentar justificarse temáticamente, aunque lo cierto es que no hay que temer a estar abordando repetidamente determinadas obsesiones si se logra decir algo profundo con ellas.
Porque es muy fácil señalar lo que hay en común, pero resulta más gratificante desentrañar en qué se diferencian las obras de un mismo autor y qué se logra contar con ellas. Cojamos a Paul Schrader, que a menudo hace thrillers muy reposados, muy de explorar el mundo interior de protagonistas masculinos torturados y desencantados con el mundo a su alrededor. Siempre vuelve a esos mundos oscuros, pero en películas como ‘El maestro jardinero‘ muestra que sigue teniendo cosas que contar.
Oler la tierra
Esta película con Joel Edgerton es la última en una particular trilogía sobre la redención que Schrader ha escrito y dirigido recientemente, incluyendo también los títulos de ‘El reverendo‘ y ‘El contador de cartas‘. Explorando cuestiones y protagonistas similares, esta saga espiritual muestra una fascinante progresión que culmina de manera interesante en esta última obra, ya disponible para ver en streaming a través de Movistar+.
La película no engaña, el protagonista es un meticuloso jardinero dedicado a cuidar una amplia y formidable finca que compite cada año por el premio a mejor jardín. Cumple debidamente su labor para la rica señora Havernhill (Sigourney Weaver), que le ayudó a dejar atrás su oscuro pasado como supremacista nazi. Ahora recibe también el encargo de ayudar a la problemática nieta de la propietaria, con problemas que no le son ajenos al maestro jardinero.
Las inquietudes que explora Schrader son similares a las de sus dos películas previas. Hasta encontramos al protagonista exorcizando partes de los demonios que rumian en su cabeza en una habitación apartada, con un vaso de whiskey, un diario, y una luz de flexo. Este personaje de Edgerton, sin embargo, pone un poco más al espectador entre la espada y la pared considerando el pasado imperdonable.
‘El maestro jardinero’: encontrar la belleza de las flores
Hay también unas tensiones territoriales que Schrader a menudo resuelve en escenas que podrían ser de ‘Gran Torino’. Incluso cuenta con una poderosa e inexplicable conexión entre el protagonista y una inesperada protegida, que va evolucionando de una manera diferente e inesperadamente emocionante. El camino parece que va a ser muy típico, pero el director decide resolver algunos instantes cruciales con remarcables desviaciones.
Ese camino a un final diferente marca a ‘El maestro jardinero’ como una obra particular, por mucho que intente desentrañar ideas sobre la redención similares a sus anteriores obras. Pero las particularidades de cada una son justo las que las hacen brillar con luz propia, solidificando así un nuevo periodo dorado para uno de los mejores autores del cine americano desde la década de los setenta. No es decir poco.
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La noticia
Es una de las películas más demoledoras del último año y ya se puede ver en streaming. El guionista de ‘Taxi Driver’ nos ofrece el último capítulo de su particular saga sobre la redención
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Pedro Gallego
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