El Parlamento Europeo adoptó el pasado 7 de febrero nuevas reglas para garantizar que las transferencias bancarias lleguen inmediatamente a las cuentas de los particulares y las empresas de la UE.
Con el futuro reglamento, que ahora debe revisar el Consejo Europeo, los bancos y otros proveedores de servicios de pago (PSP, en inglés) tendrán que garantizar transferencias asequibles y procesadas al momento. El texto, ya acordado con los Estados miembros, actualiza las normas vigentes de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por sus siglas en inglés).
Como explican desde Facua-Consumidores en Acción, las nuevas normas entrarán en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE. A partir de entonces, las entidades localizadas en la zona euro tendrán nueve meses para estar listas para recibir transferencias inmediatas y 18 meses para enviarlas, por lo que si no hay retrasos, la obligación estará plenamente vigente a finales de 2025.
La inmediatez de las transferencias deberá garantizarse con independencia del día o la hora; el dinero deberá llegar a la cuenta del destinatario en un plazo de 10 segundos. El ordenante también deberá ser informado en un plazo de diez segundos de si los fondos transferidos se han puesto a disposición del receptor. Los cargos aplicados por las transferencias inmediatas en euros no podrán ser superiores a los aplicados a las operaciones convencionales de transferencia no instantánea en euros.
De acuerdo a las nuevas reglas, si una entidad no cumple con sus obligaciones de prevención del fraude y esto provoca un perjuicio financiero, el cliente podrá solicitar una compensación. Los proveedores de servicios de pago que ofrezcan transferencias instantáneas también deberán verificar si alguno de sus clientes está sujeto a sanciones u otras medidas restrictivas relacionadas con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
Según un seguimiento realizado por la asociación sobre las comisiones aplicadas por siete bancos por las transferencias online, todos ellos cobran por garantizar que se reciben de forma inmediata o en el mismo día y no aplican ninguna si el cliente se resigna a esperar.
Esas comisiones van desde los 0,95 euros de Sabadell hasta los 12 euros de Bankinter, pasando por los 6 euros de Santander, el mínimo de 5,94 euros de Caixabank, los 4 euros de Openbank (2 euros si se tiene domiciliada la nómina), los 1,5 euros de Abanca y los 1,25 euros de BBVA.