La empresa OpenAI, uno de los líderes en inteligencia artificial generativa, presentó este jueves su modelo ‘Sora’ que acepta instrucciones en texto y las convierte en escenas de vídeo, realistas, con múltiples caracteres y movimientos específicos.
Según la firma, establecida en 2015 y dirigida por Sam Altman, que ha desarrollado ChatGPT y el generador de imágenes fijas DALL-E, ‘Sora’ es capaz de crear “escenas complejas con detalles del componente principal y el trasfondo”.
La compañía también indicó que su modelo puede “entender cómo existen los objetos en el mundo físico” y tiene la capacidad de “interpretar acertadamente las instrucciones y de generar caracteres convincentes que expresan emociones vibrantes”.
‘Sora’ es el término en japonés para “cielo” y la compañía todavía no la ha puesto a disposición del público porque sigue analizándola para comprender los peligros del sistema, según indicó el diario The New York Times.
En cambio, OpenAI ha compartido la tecnología con un pequeño grupo de académicos y otros investigadores externos cuya tarea es detectar las maneras en las cuales ‘Sora’ podría usarse con fines maliciosos.
La firma indica que ‘Sora’ permite la creación de muchos mundos, con escenas realistas o fantásticas, tridimensionales, con movimientos fluidos, y aun en las escenas que no existen en el mundo real, el modelo aplica las reglas físicas correctas.
De este modo, OpenAI, que revolucionó el emergente sector de los servicios de IA regenerativa, dispondrá de un conjunto de servicios que van desde la generación de texto, imagen estática y vídeo.
Vídeos creados por ‘Sora’
Estos son algunos de los ejemplos que la empresa OpenAI ha mostrado en redes sociales de ‘Sora’ el modelo que es capaz de crear vídeos de hasta 60 segundos con escenas altamente detalladas, un movimiento de cámara complejo y múltiples personajes con emociones vibrantes.
Uno de los vídeos fue creado a partir de la instrucción en texto para crear una escena de la ciudad de Tokio captada por una cámara que se mueve por las calles, sigue a algunas personas en un día con nieve.
“El resultado es una vista convincente de lo que es, sin duda, Tokio en ese momento, cuando coexisten los copos de nieve y los capullos de cerezos” escribió Steven Levy, de la revista Wired.