Un golazo del centrocampista Rolando Mandragora, un espectacular zurdazo lejano que se coló por la escuadra en la primera mitad, decantó la primera semifinal de la Copa Italia en favor de un Fiorentina que fue superior al Atalanta (1-0) pero que no supo sentenciar y que dejó abierta de par en par la decisiva vuelta.