Bernardo Silva se echó al Manchester City a la espalda ante la inesperada suplencia de Kevin de Bruyne. Pep Guardiola dejó en el banquillo al belga, una de sus grandes estrellas, para aumentar presencia en el centro del campo dando entrada al ex madridista Mateo Kovacic, un futbolista que fue totalmente irrelevante en el Bernabéu.