La final de la Supercopa de Arabia se disputó este jueves con el Al Hilal imponiéndose al Al Ittihad por 4-1. Pero si contundente fue el resultado, rotunda fue también la agresión de un aficionado a un jugador. Fue una estampa curiosa, vergonzosa e insólito, ya no solo porque la violencia nunca tiene cabida sino porque el sujeto en cuestión utilizó un látigo.