“Pensamos que hay valor en la acción en estos niveles, pero no vemos claros catalizadores en el corto plazo“, escribe la analista Aránzazu Bueno.
La experta añade que los resultados de 2024 mostrarán una caída de entre -10 y -13% en el beneficio neto atribuido debido al recorte en ingresos regulados, una menor contribución de las filiales internacionales y un mayor coste de la deuda.
“El arbitraje de GSP se podría conocer pronto, pero los fondos tardarán en llegar“, apunta, y señala que, en caso de resolución a su favor, en el escenario base, Enagás confía en recuperar la mitad de la inversión (200 millones) en 2027-2030 y el resto post-2030.
En cuanto a Tallgrass (EEUU y donde Enagás tiene un 30%), los accionistas han decidido destinar la caja generada en 2024-2026 a inversiones de crecimiento, por lo que no recibirá dividendos hasta 2027.
Por lo demás, Bueno indica que el apoyo al hidrógeno verde por la Comisión Europea (CE) supone una oportunidad de crecimiento a futuro para el grupo, pero añade que lo más probable es que se vean retrasos en su puesto en marcha en un momento en el que todos los Estados miembros tienen que realizar importantes esfuerzos fiscales. “Además, todavía no hay claridad sobre la regulación a la que estarán sujetas estas inversiones en hidrógeno verde, lo que genera incertidumbre”, concluye.