Según estos expertos, la farmacéutica tiene “los deberes hechos” y cuenta con una “posición de referencia” en el sector que “le permite aspirar a mejorar sus niveles de rentabilidad”. Esta posición, agregan, queda “validada” por el contrato de Jansen para el desarrollo de la vacuna del Covid-19 y, más recientemente, por el acuerdo de reserva de capacidad con la Comisión Europea de su planta en Barcelona.
“Reig Jofre opera en un mercado muy regulado –por ejemplo, con fijación de precios en la comercialización de antibióticos– para garantizar las condiciones esenciales para la producción”, apuntan estos expertos, una circunstancia que deja una situación de “cara y cruz” para la compañía: por un lado, es una importante barrera de entrada; por otro, implica “altas necesidades estructurales” de inversión, especialmente en la fabricación y desarrollo de inyectables.
En este contexto, Lighthouse señala que las proyecciones financieras hasta 2026 de la farmacéutica son positivas debido, en primer lugar, a un modelo de negocio “diversificado” con una capacidad productiva “diferencial”. Estos analistas destacan que el laboratorio catalán “oferta una amplia variedad de productos que le permiten realizar venta cruzada en las distintas áreas geográficas en las que opera” y, además, está “bien posicionada” para “aprovechar los cambios en las tendencias de los consumidores”, ya que el 55% de los ingresos provienen de fuera de España y el 75% de estos proceden del mercado europeo.
“Nuestro escenario central apunta a un crecimiento moderado en ingresos –+8,9% de tasa de crecimiento anual compuesta (TACC) hasta 2026– empujados principalmente por la línea de Specialty Pharma –+13,2% TACC hasta 2026– y la apuesta de largo plazo por inyectables y liofilizados –+8% TACC hasta 2026–”, explican estos expertos.
De igual modo, la firma española considera que hay razones para que Reig Jofre siga mejorando “en términos de rentabilidad”. A su juicio, la mejora de márgenes vendrá explicada por cuatro grandes razones: el aumento del peso de productos más rentables en el ‘mix’ de ingresos; la integración vertical mediante la joint-venture’ Syna; un mayor servicio de externalización de la producción; y mejoras en la eficiencia y la ocupación de las plantas productivas, que se sitúa “cerca del 70%” en estos momentos.
No obstante, agregan, la “oportunidad real” para la cotizada catalana está en mejorar el EBIT. “El modelo de negocio de Reig Jofre es muy intensivo en capital (por la dependencia del I+D y las continuas ampliaciones de capacidad productiva) lo que ha elevado significativamente el peso de la amortización, presionando el EBIT. La oportunidad de apalancar el crecimiento en EBITDA es clave para mejorar el retorno sobre capital empleado (ROCE, por sus siglas en inglés). La mejora de rentabilidad ‘sobre el papel’ es factible, ya que se dan todas las condiciones para obtenerla, apalancado el crecimiento en ingresos a una estructura ya creada. Este es, con claridad, el auténtico reto y pilar del ‘equity story’ de Reig Jofre”, apuntan.
Por otro lado, Lighthouse estima que la generación de caja crecerá hasta los 9,2 millones de euros en 2026, pese a las necesidades de inversión de la compañía catalana. Así, estiman que el flujo de caja libre recurrente aumente hasta los 5,3 millones de euros en 2025 y hasta los 9,2 millones en 2026. En este proceso, apuntan, será “clave” la gestión del capital circulante y las necesidades de gasto en capital (‘capex’), el cual está en cerca del 5% sobre los ingresos anuales, para “mantener instalaciones y seguir invirtiendo en innovación incremental (necesaria para la renovación del porfolio de productos”.
Esto, sentencian, “garantiza una fuerte reducción del endeudamiento” y situaría la ratio deuda neta/EBITDA en 2026 en 0,5 veces. “RJF debería ser capaz de continuar reduciendo su posición de endeudamiento durante todo el período estimado. Lo que abre la puerta a oportunidades de inversión, necesarias para seguir manteniendo su cartera de producto”, concluyen.