La comercializadora eléctrica ha dado a conocer que, hasta marzo, consiguió un EBITDA normalizado de 3,1 millones de euros frente al resultado negativo de 14,9 millones del mismo período del pasado ejercicio. Según la compañía, estas cifras reflejan “una clara recuperación del negocio a pesar de la persistencia de las condiciones adversas del mercado eléctrico”.
“Este alentador dato permite confirmar su objetivo de un EBITDA normalizado de entre 19 y 24 millones para este año. En términos de EBITDA contable, Holaluz ya ha alcanzado el ‘break even’ en los últimos 12 meses, con lo que ha remontado 23 millones de euros respecto al EBITDA registrado en el conjunto de 2023″, ha agregado la firma catalana.
Asimismo, la compañía revela que la dirección de Holaluz se reunió, junto con su asesor registrado, Impulsa, con la dirección de BME Growth, el mercado de empresas en expansión donde cotiza desde 2019, para “informar sobre la evolución de la compañía, su situación y los principales datos financieros al cierre del primer trimestre del año”.
En estas reuniones, Holaluz expuso que tiene una facturación mensual recurrente que “oscila en una horquilla de entre 15 y 20 millones de euros”, además de asegurar que el grupo “sigue funcionando con normalidad y continúa instalando energía solar en los hogares” y que “ha cumplido el presupuesto del primer trimestre”.
“La compañía también informó al operador del mercado bursátil sobre el proceso de búsqueda de financiación a largo plazo por valor de 20 millones de euros en el que se encuentra inmersa, con el objetivo de sustituir su programa de pagarés a corto plazo. La compañía mantiene contacto con diversos inversores industriales y financieros, y está estudiando varias alternativas“, ha añadido Holaluz en un comunicado.
Holaluz presentará a los accionistas en la Junta General Ordinaria convocada para el próximo 28 de junio una auditoria de las cuentas del grupo sin salvedades. En dicho cónclave, los accionistas deberán votar la ratificación de los consejeros independientes Elena Gómez del Pozuelo y Edi Soler.
PROBLEMAS
Como decimos, la compañía ha tenido un mes de mayo bastante turbulento después de que el día 2 BME Growth suspendiera su cotización por no presentar a tiempo toda la información completa correspondiente al ejercicio fiscal 2023.
La suspensión duró hasta el día 8, momento en el que BME Growth levantó esta sanción a la compañía, aunque las acciones no lograron marcar precio hasta el final de la jornada. Según fuentes del mercado, esto se debió a que hubo muchísima más oferta que demanda, ya que las órdenes de venta multiplicaron por cuatro las de compra.
Antes de esto, el día 1 la compañía dio a conocer los resultados de 2023, en el que mostraron unas pérdidas netas de 26,6 millones, cinco veces más que en el ejercicio anterior, y una caída del 43% de los ingresos en el mismo período. Por si fuera poco, dos de los siete miembros del Consejo Administración, Axon Capital y Geroa Pensioak, poseedores del 16,80% y un 6,6% del capital de la compañía, respectivamente, no respaldaron las cuentas publicadas por Holaluz.
Además, el día 6 de mayo EY, la auditora de la compañía energética, reveló la existencia de una “incertidumbre material” que podría generar “dudas significativas” sobre la capacidad del grupo para continuar con sus operaciones. empresa en funcionamiento, además de mencionar un fondo de maniobra negativo de 44,3 millones de euros.
Desde entonces, la capitalización bursátil de la compañía ha caído en picado y se sitúa en 29,6 millones de euros, un problema bastante serio teniendo en cuenta que la deuda de Holaluz ascendía a 60 millones de euros a cierre de 2023. La comercializadora ha estado trabajando en las últimas semanas para refinanciar esta deuda, aunque fuentes de ‘El Periódico de la Energía’ revelan que la compañía ha llegado a presionar a la Generalitat de Cataluña para que la rescate y evite la entrada en el preconcurso de acreedores.