Así, los precios de la energía aumentaron un 5,7% en mayo, tras la subida del 3,8% en abril. Esta aceleración se explica por la fuerte recuperación de los precios de los productos petrolíferos, que avanzaron un 2,9% después de caer un 0,7% en abril.
“Este efecto base se explica por una caída significativamente mayor entre abril y mayo de 2023 que entre abril y mayo de 2024”, señalan.
Además, los precios de la electricidad se aceleraron ligeramente (19,5%), mientras que los precios del gas cayeron a un ritmo más lento que en abril (-12,9% después de -13,6%). Por el contrario, la caída de los precios del combustible en un año se acelera (-9,8% tras el -9,3%).
Respecto a los servicios, los precios se moderaron al subir un 2,8% en mayo tras hacerlo un 3% en abril. Por el contrario, los precios de los alimentos aumentaron un 1,3% en mayo, tras el 1,2% de abril, poniendo fin a 13 meses consecutivos de desaceleración.
Esto se debe al repunte de los precios de los productos frescos en un año (3,5% después de bajar un 0,7%). Excluyendo los productos frescos, el aumento de los precios de los alimentos sigue moderándose (0,9% después del 1,5%).
Los precios de los productos manufacturados se mantienen estables en mayo, tras caer un 0,1% en abril.
En cuanto a la inflación subyacente, continúa su descenso a lo largo de un año y se sitúa en el 1,7% en mayo, tras el 1,9% en abril.
Por otro lado, el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA) aumenta un 2,6% en mayo, tras el 2,4% del mes anterior. La diferencia de variación entre el IPCA y el IPC se explica por la caída de los reembolsos en el sector sanitario y por la variación en un año de los precios de la energía, cuyo peso es mayor en el IPCH.