La plaza Skanderbeg entera, en el corazón de Tirana, estalló de alegría cuando, a los 22 segundos del partido contra Italia, Nedim Bajrami marcó un gol que ya es histórico: el más rápido de todas las Eurocopas. Toda Albania en realidad. Pero no sólo eso: más allá de ese récord, era el tanto, después de un gran error de Federico Dimarco, con el que Albania, la segunda selección con ránking más bajo de la actual edición de la Eurocopa (tras Georgia), se adelantaba ante la vigente campeona de Europa.