Los bancos adheridos a estos Principios de Banca Responsable (actualmente más de 300), no sólo se comprometen a alinear su estrategia y prácticas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París, sino también a incorporar la sostenibilidad de una forma integral y transversal en todas sus áreas de negocio y en su toma de decisiones, así como a promover las finanzas sostenibles, tal como ha explicado Unicaja en una nota de prensa.
El objetivo es que el sector financiero asuma un papel de liderazgo y contribuya a apoyar y acelerar los cambios necesarios para lograr una sociedad más próspera para todos y un futuro mejor para el planeta, adaptando sus productos, servicios y relaciones bancarias a estos criterios e implementando una cultura de banca responsable.
El CEO de Unicaja, Isidro Rubiales, ha señalado el compromiso de la entidad financiera con la sostenibilidad y el desarrollo de una economía sostenible, a través del alineamiento de su estrategia con estos objetivos que permiten dar respuesta a los retos sociales y medioambientales.
Insiste en su convicción de que la adhesión a los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidades y el hecho de ser un miembro de la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, junto con otras entidades del sector financiero, “permitirán a Unicaja contribuir a la consecución de los objetivos colectivos tanto en materia medioambiental como social”.
Para ello, entre otras medidas, las entidades son conminadas a identificar, evaluar y medir el impacto ambiental y social de sus actividades y servicios, fijar objetivos, reducir los impactos negativos y gestionar los riesgos resultantes para las personas y su entorno, así como periódicamente informar sobre su progreso.
A través de este marco sistemático, la entidad señala que “se persigue que los bancos establezcan una práctica y una cultura empresarial diaria que involucre a toda su fuerza laboral y les permita comprender no solo su papel y responsabilidad, sino también los riesgos y oportunidades del proceso de transición hacia una economía más sostenible”.