“La recuperación puede estar más lejos de lo que se esperaba inicialmente”, añaden en Hamburg Commercial Bank. El flash del índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, cayó de 52,2 registrado en mayo a 50,8 en junio.
Aunque la última lectura señaló el cuarto aumento mensual consecutivo de la actividad total y, por lo tanto, es de esperar que el Producto Interior Bruto (PIB) siga creciendo en el segundo trimestre, el reciente aumento de la actividad total fue solo tenue y el más débil desde marzo pasado. No obstante, la lectura promedio del índice durante el segundo trimestre fue la más alta de los últimos doce meses.
“La estimación del PIB para el segundo trimestre indica una ligera caída de categoría, pero igualmente apunta a un crecimiento positivo del 0,2% en comparación con el primer trimestre”, añaden.
EL SECTOR SERVICIOS ES EL ÚNICO QUE TIRA
El crecimiento nuevamente se vio limitado al sector servicios, cuya actividad aumentó por quinto mes consecutivo. El último aumento fue sólido, pero de todos modos fue el más atenuado desde marzo. Mientras tanto, el reciente panorama de mejora en el sector manufacturero dio un cambio de dirección en junio, puesto que la producción disminuyó a un ritmo marcado, que fue el más intenso desde fines de 2023. La producción manufacturera se ha reducido por decimoquinto mes consecutivo.
Uno de los principales responsables de la ralentización de la expansión de la actividad total de la zona euro en junio fue la renovada caída de los nuevos pedidos, que han disminuido por primera vez en cuatro meses. No obstante, el ritmo de declive fue apenas ligero. Una fuerte reducción de los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero contrarrestó un ligero incremento de los nuevos pedidos en el sector servicios.
La debilidad de la demanda en los mercados de exportación fue especialmente prevalente ya que los nuevos pedidos de exportación se redujeron mucho más rápidamente que los nuevos pedidos en total. El declive de los nuevos pedidos provenientes del extranjero (que incluyen el comercio dentro de la zona euro) fue el más intenso desde febrero pasado, en medio de caídas en los dos sectores estudiados.
La creciente desaceleración en el sector manufacturero dio lugar a reducciones más pronunciadas en la actividad de compra y en las existencias de materias primas y de productos terminados en junio. El aspecto más notable fue que la reducción de las existencias de productos terminados fue la más intensa en casi tres años. La caída de la demanda de insumos generó capacidad ociosa en las cadenas de suministro y los tiempos de espera para la entrega de los artículos comprados se acortaron por quinto mes consecutivo. La última mejora del desempeño de los proveedores fue sólida, aunque fue la menos marcada desde febrero pasado.
Paralelamente, la tasa de creación de empleo se atenuó en la zona euro en junio. El empleo aumentó por sexto mes consecutivo, pero tan solo a un ritmo leve, que fue el más débil desde marzo pasado. Los niveles de personal aumentaron con solidez en el sector servicios, mientras que el sector manufacturero registró una caída de proporciones similares.
Como los nuevos pedidos han vuelto a territorio de contracción, la actividad empresarial fue soportada por el trabajo en los pedidos pendientes. En consecuencia, los volúmenes de pedidos por completar siguieron reduciéndose sólidamente y la última erosión fue la más marcada desde febrero pasado.
En cuanto a los precios, la tasa de inflación de los costes de los insumos se atenuó por segundo mes consecutivo en junio y fue la más lenta en lo que va de año. Sin embargo, los precios pagados siguieron subiendo intensamente y el último aumento es aún ligeramente más fuerte que el promedio antes de la pandemia.
Por primera vez en 16 meses, los costes de los insumos han aumentado tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, ya que los fabricantes registraron una renovada alza de sus cargas de costes, que sin embargo fue tan solo ligera. En el sector servicios, la tasa de inflación de los costes de los insumos se atenuó hasta su mínima de los últimos 38 meses.
En armonía con el panorama de los costes, la tasa de inflación de los precios cobrados también se redujo en junio y marcó su mínima en ocho meses. Los precios de venta en el sector servicios continuaron aumentando con solidez, pero al ritmo más débil de poco más de tres años. Por otra parte, los fabricantes redujeron ligeramente sus precios de venta. La reducción fue igual que la más lenta en la secuencia actual de 14 meses de caída de los precios cobrados, observada en mayo de 2023.
LA CONFIANZA EMPRESARIAL CAE
Respecto a las perspectivas, después de alcanzar su máxima de 26 meses en mayo, la confianza empresarial disminuyó en junio en medio de la caída de los nuevos pedidos. El grado de optimismo fue el más bajo en cuatro meses, pero de todos modos se mantuvo prácticamente en línea con el promedio de la serie. El sentimiento sufrió una caída tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, y en este último cayó hasta su mínima desde enero pasado.
Por países, la economía más importante de la zona euro, Alemania, registró su tercer aumento mensual consecutivo de la actividad total, pero el ritmo de expansión se ha atenuado y solo ha sido marginal, en medio de una renovada caída de los nuevos pedidos. Por otra parte, Francia señaló una reducción de la actividad total al ritmo más rápido desde febrero.
En el resto de la zona euro, se registró otro sólido aumento de la actividad total, pese a que la tasa de crecimiento disminuyó hasta su mínima de los últimos cuatro meses.
Los precios de venta han aumentado a ritmos más lentos en Francia y el resto de la zona euro, pero se han incrementado a un ritmo más rápido en Alemania.
“La situación de deterioro económico en Francia, tanto en el sector servicios como en el sector manufacturero, puede vincularse con los resultados de las recientes elecciones en el Parlamento Europeo y con el anuncio del presidente Emmanuel Macron de elecciones anticipadas para el 30 de junio. Este giro inesperado de los acontecimientos probablemente ha generado gran incertidumbre en torno a las políticas económicas futuras, lo que ha hecho que muchas firmas clavaran los frenos respecto de nuevas inversiones y nuevos pedidos. En cualquier caso, es evidente que los débiles resultados económicos de Francia han contribuido significativamente al deterioro de las condiciones económicas en la zona euro”, comentan.