En concreto, la compañía ha decidido reducir su guía de beneficio por acción (BPA) ajustado para el año fiscal 2024, y ahora espera que se ubique entre los 2,80 y los 2,95 dólares por título. La firma asegura que esta revisión se debe a “unas desafiantes tendencias en la industria farmacéutica y un entorno de consumo peor de lo esperado en EEUU”.
“Seguimos enfrentándonos a un entorno operativo difícil, que incluye presiones persistentes sobre el consumidor estadounidense y el impacto de las recientes dinámicas del mercado, que ha erosionado los márgenes de las farmacias. Nuestros resultados y perspectivas reflejan estos obstáculos, a pesar del sólido desempeño tanto en nuestro negocio internacional como en los segmentos de atención médica de EEUU”, ha señalado el CEO de la firma, Tim Wentworth.
A pesar de este ‘profit warning’, la compañía ha registrado unas ganancias de 344 millones de dólares en el trimestre, una cifra que mejora los 118 millones cosechados en el mismo periodo del año anterior. Esto se traduce en un BPA de 0,40 dólares, frente a los 0,14 dólares por título de hace un año.
Sin embargo, en el acumulado de nueve meses de su año fiscal, la firma ha registrado pérdidas por valor de 5.600 millones de dólares, en comparación con una pérdida neta de 2.900 millones de dólares en el mismo período del año anterior.