El concreto, la acerera espera un beneficio por acción (BPA) ajustado para el tercer trimestre del curso de entre 0,44 y 0,48 dólares, mientras que el consenso de analistas anticipaba ganancias de 0,36 dólares por título.
Además, la firma espera que el EBITDA ajustado del periodo sea de aproximadamente 300 millones de dólares. Para David B. Burritt, CEO de la empresa, esta orientación “refleja una demanda nacional resistente de acero laminado plano en medio de un entorno de precios del acero que está tocando fondo”.
“La desafiante dinámica de precios se está viendo compensada en parte por los beneficios de nuestras carteras de pedidos equilibradas y diversas en el segmento de laminados planos de América del Norte. En Europa, estamos experimentando un entorno de debilitamiento de la demanda, lo que resulta en que el Alto Horno #1 permanezca temporalmente inactivo luego de una interrupción planificada de 30 días, ya que la demanda de los clientes continúa siendo tibia”, detalla.
Además, ha confirmado que la empresa sigue “avanzando en las revisiones regulatorias estadounidenses de la transacción pendiente con Nippon Steel“, un proceso que espera finalizar antes de que concluya el año.
“Confiamos en nuestra capacidad para lograr estas aprobaciones. Seguimos trabajando para cerrar la transacción antes de fin de año. A principios de este trimestre, Nippon Steel reveló más información sobre su estructura de gobierno posterior al cierre y compromisos de inversión adicionales de al menos 1.000 millones de dólares para modernizar el laminador de bandas en caliente y otras instalaciones en Mon Valley Works y aproximadamente 300 millones de dólares para renovar el Alto Horno #14 en Gary Works”, ha manifestado.
Asimismo, ha asegurado sentirse “alentado” por el “gran apoyo” de los empleados y comunidades “que ven que su futuro se beneficiará de la transacción y mantienen la opinión de que este acuerdo es el mejor pacto para el acero estadounidense y las comunidades siderúrgicas“.