Así lo han informado a ‘Reuters’ fuentes cercanas a las negociaciones. En el último mes, alrededor de 100.000 trabajadores de la compañía fabricante de automóviles han protagonizado dos huelgas. Sus protestas se centran en la intención de la empresa de recortar salarios, reducir capacidad y cerrar algunas plantas alemanas.
Desde Volkswagen consideran estas medidas necesarias para continuar siendo competitivos frente a las empresas extranjeras en un momento de incertidumbre en la mayor economía de Europa y de inestabilidad entre los fabricantes de automóviles de la región.
Aunque por el momento “sigue habiendo desacuerdo en algunas cuestiones centrales”, las negociaciones avanzan de forma “constructiva”. No obstante, avisan de que la negociación “aún podría fracasar”, siendo el principal escollo “los procedimientos internos”.
Volkswagen planteaba cerrar al menos tres plantas en Alemania, eliminar decenas de miles de empleos y reducir los salarios en un 10%.
Hace un mes, el consejero delegado del grupo Volkswagen, Oliver Blume, defendía el plan de ajuste alegando que es inevitable tras “décadas de problemas estructurales” ante la débil demanda del mercado europeo y los ingresos significativamente menores de China.